fbpx

Felicidad… química?

La química de la felicidad.

Imagínate que una persona que conoces se gana la lotería, ¿cómo imaginas su reacción?

Como sea que la imagines, su reacción no es necesariamente ante el dinero ganado, sino que se debe a varias hormonas que pasan por el torrente sanguíneo y al bombardeo de señales eléctricas que ocurre en el cerebro.

Pareciera que no estamos preparados para mantener un nivel constante de felicidad, sino para tener sensaciones momentáneas placenteras, algunas duran más que otras, pero tarde o temprano se van y dan paso a otras sensaciones desagradables.

Esto tiene todo el sentido, si pensamos en cualquier experiencia propia agradable, en muchos casos desaparece en un rato, o al día siguiente desaparece.

Los sistemas que acondicionan nuestra felicidad varían de persona a persona, algunos nacen con cierta predisposición a estar en mayores niveles y otros nacen con mayor disposición a estar en niveles menores de satisfacción.

Por eso, hay personas que, puede estarse cayendo el mundo y sonríen y otros que aunque todo vaya bien, cualquier cosa por mínima que sea, le arruina el día.

Si esto fuera verdad, y venimos de nacimiento con un cierto nivel de felicidad o satisfacción… ¿qué caso tendría todo el esfuerzo que hacemos todos los días?

¿Qué caso tendrían todas las revoluciones, protestas, reformas, independencias que han ocurrido alrededor del mundo, si no es para mejorar nuestro nivel de vida o elevar nuestra felicidad?

Muy poco podemos hacer la gran mayoría de personas para lograr grandes cambios en la historia, pero ¿qué si podemos hacer, por nosotros mismos?

Los científicos sociales aseguran que la felicidad consiste en ver que, la vida de cada uno tiene sentido y vale la pena, así como tener un propósito, más grande que nosotros mismos, un propósito que nos motive a actuar.

Por su parte, los biólogos han hecho estudios sobre nuestro mundo mental y emocional, y sostienen que se trata de mecanismos complejos que han evolucionado durante millones de años.

Mencionan que la felicidad no la determina el dinero que ganamos, nuestras relaciones o cualquier otro factor externo.

Sino que, nuestros estados mentales los determinan distintas sustancias bioquímicas, como la serotonina, la dopamina, la oxitocina y las endorfinas, que circulan por nuestro sistema nervioso.

Esto los ha hecho concluir que, lo que nos da felicidad es una sola cosa: las sensaciones agradables en el cuerpo.

Como aumentamos los niveles de estas sustancias bioquímicas?:

Descansando suficiente, celebrando nuestros logros, haciendo ejercicio, meditando, siendo generoso, teniendo contacto con las personas que queremos, siendo agradecido, disfrutando de la naturaleza, bailando, cantando, sonriendo…

La mayoría de nosotros hemos crecido rodeados de frases, películas, canciones, que nos dicen:

¡Escúchate a ti mismo!

¡Simplemente hazlo!

¡Sé tu mismo!

¡Encuentra tu propio camino!

Como si todo pudiera resumirse en: lo que siento que es bueno es bueno, lo que siento que es malo es malo. Como si todo esto fuera algo subjetivo, es decir, que varía de persona a persona.

Claro que, la felicidad de unos no puede ser a costa del sufrimiento de otros, eso se llama egoísmo.

La mayoría de religiones e ideologías aseguran que existen distintas maneras de medir la felicidad, la bondad y la belleza, es decir, establecen criterios uniformes, y no permiten que cada persona pueda determinar los propios.

En la antigua Grecia, en la entrada del Templo de Apolo en Delfos, lo primero que veían las personas al llegar decía: CONÓCETE A TI MISMO.

Esto quiere decir, que la persona que es ignorante de su verdadero yo es probable que ignore la felicidad verdadera.

Creo que esto de conocerse a si mismo es tan importante que, Daniel Goleman señala 5 pasos para desarrollar nuestra inteligencia emocional.

¿Sabes cuál es el primero? AUTO-CONOCIMIENTO o CONCIENCIA DE UNO MISMO.

Si no te conoces, no puedes saber lo que te hace feliz, y entonces es fácil que termines por comprar la idea de felicidad que te venden los medios: consume, cuanto más consumas más feliz serás.

Si experimentas felicidad de manera constante, te felicito, si sientes que podría ser mejor, busca que te falta conocer de ti mismo o misma, para saber cómo encontrar lo que te hace feliz.

¿Estaremos buscando la felicidad en el lugar equivocado?

Sigamos evolucionando.

Deja un comentario