Probablemente cuando Simon Sinek pronunció su popular charla TED “How great leaders inspire action” no se imaginó la gran repercusión que iba a tener: más de 25 millones de visualizaciones, 4 libros publicados, profesor en las universidades más prestigiosas del mundo, etc. Pero lo que con casi total seguridad no se le pasó por la cabeza es que, en definitiva, su mensaje y su teoría del círculo dorado fuera a influir en tantísima gente.
“Start with Why: How Great Leaders Inspire Everyone to Take Action” fue el primer libro que escribió hace ya 11 años y con el que pudo por primera vez poner sobre papel sus ideas en relació
n a cómo los grandes líderes inspiran a otros a tomar acción por las cosas. El mensaje de su obra es clave: saber por qué haces lo que haces.
Y es que aprender a hacerse las preguntas adecuadas le permiten a uno descubrirse plenamente y establecer un marco de sinceridad íntima a partir de la cual emprender cualquier proyecto. Pero hablamos de una realidad que no solo afecta a personas individuales. Una empresa o una organización también pueden tener la capacidad de inspirar por medio de proyectos innovadores y gente comprometida para desarrollarlos.
De hecho, podemos encontrar una gran mayoría de ejemplos de organizaciones tanto corporativas como civiles que a lo largo de su historia han pretendido un impacto real en el mundo, algo que les ha permitido saber perfectamente por qué motivos hacen lo que hacen. Casos como el de WalMart, Harley Davison o Apple configuran aventuras empresariales caracterizadas por el impulso de unos líderes capaces de generar una trascendencia en su sociedad
